La autoestima es el valor que nos atribuimos y el aprecio que tenemos por nosotros mismos.

Los enemigos de nuestra autoestima dañan la  imagen y el afecto que tenemos por nosotros mismos . Los pilares de nuestra autoestima  se establecen   en los primeros años de nuestras vidas. Los menores pueden obtener una imagen negativa de sí mismos ante las críticas, las comparaciones, las humillaciones o el etiquetaje negativo que proviene de adultos o compañeros. En esta primera etapa, los menores aún no cuestionan la información que proviene de los adultos, creen y aceptan sin cuestionar toda la información que estos le proporcionan. Los mensajes negativos y la desaprobación de los compañeros y de los adultos pueden ser interpretados como deficiencias personales que incluirán en su repertorio de creencias negativas acerca de si mismos.

Posteriormente, a lo largo del desarrollo y en la edad adulta, es posible que el temor a la desaprobación y a la crítica, distorsione su pensamiento y produzca modificaciones en su conducta. Pueden no ser capaces de decir no, adoptar posturas retraídas, llevar a cabo acciones para agradar a otros o como en el caso de muchas mujeres maltratadas, permanecer en situaciones donde son humilladas por considerar que se lo merecen, entre otras.

Si la autoestima es baja, algunas personas, acontecimientos, circunstancias o todos a la vez, pueden aumentar el sentimiento de poca valía o inferioridad.

Algunas personas son patosas y no son inferiores. Frases como “no tienes pesquis” o “no te enteras” cuando eres despistada, pueden hacerte sentir inferior. Si careces de sentido de la orientación, sentido musical, no tienes destrezas culinarias, no tienes facilidad para el deporte, y un largo etcétera, no eres inferior. Las destrezas no constituyen el valor de las personas. A veces atribuimos nuestro valor como personas a los logros o a nuestras capacidades, pero el valor como persona está totalmente separado del valor de logros y de nuestras capacidades.

Los pensamientos negativos,Tristeza y malestar: el poder de los pensamientos las autocríticas y las creencias erróneas adquiridas acerca de cómo somos, pueden aumentar nuestros sentimientos de inutilidad o de poca valía. Por ello, si realizamos un análisis objetivo y realista sobre nosotros mismos y nos cuestionamos las creencias erróneas adquiridas acerca de cómo somos, si reconocemos nuestros puntos fuertes y aceptamos nuestros puntos débiles, si aprendemos que nuestro valor como personas es más alto que los defectos o las cualidades que podamos tener, nos resultará más fácil aceptarnos, querernos y respetarnos tal como somos.