El acoso laboral o mobbing implica persecución psicológica y hostigamiento deliberado de manera continua y permanente hacia un individuo en su entorno laboral. Puede provenir de compañeros o de superiores. Según los criterios de la OMS recogidos en la OIT, para determinar la existencia de acoso laboral deben estar presentes cinco criterios:
1.- Que el maltrato psicológico no sea puntual sino que dure por lo menos seis meses.
2.- Que sea frecuente, es decir que ocurra al menos una o mas veces a la semana. 3.-Que exista una víctima definida (es decir, que no se corresponda a una situación de “mal ambiente laboral” generalizado en una empresa, por ejemplo, una crisis financiera).
4.- Que la conducta de la víctima sea irrelevante a la hora de recibir el castigo u hostigamiento.
5.- Que la víctima no muestre un trastorno afectivo o de personalidad previo de conflictividad en diferentes ámbitos (familia, pareja, amistades, otros trabajos, etc).
El acoso laboral convierte al individuo en víctima; requiere que ésta ponga en marcha todos sus recursos psicológicos para afrontar la presión y las fuertes demandas del entorno. Esta vivencia puede agotar sus recursos de afrontamiento y desencadenar altos niveles de estrés y ansiedad. Las personas que sufren acoso laboral experimentan múltiples reacciones fisiológicas, conductuales y emocionales que repercuten en todas las áreas de su vida: alteraciones del sueño, palpitaciones, hipertensión, trastornos del apetito, dolores de cabeza, consumo de alcohol y drogas, problemas de concentración, idéas irracionales acerca de sí mismo, depresión, etc.
Algunas veces puede que la víctima no reaccione a a tiempo por miedo a perder el trabajo o por debilitamiento de sus recursos personales. Debido a la grave repercusión y al debilitamiento que sufre su autoestima, el individuo puede incluso llegar al punto de creer que se lo merece.
Para que el sujeto pueda superar y afrontar de manera adecuada la situación, conviene que pueda recibir apoyo emocional y que tenga a su alcance la posibilidad de expresar y compartir sus sentimientos y el problema con personas de su confianza. Llegado el caso, recibir ayuda psicológica.